dijous, 5 d’agost del 2010

Ahí les duele!

Estamos asistiendo impávidos a una cantidad ingente de noticias y artículos de opinión, tanto en la prensa escrita como en la televisión, en que se ataca a Catalunya y a los políticos catalanes por haber aprobado la modificación legislativa que prohibirá las corridas de toros a partir de 2012.

Es imposible reflejar la ingente cantidad de barbaridades y aspavientos airados que se están vertiendo en los medios, pero sirva como muestra lo que un torero como Curro Romero es capaz de decir públicamente en el periódico ABC: “Esto ha sido un atentado diabólico para la libertad”.“Esto nace de unos ignorantes y la ignorancia es muy atrevida. Esto es de gente con la mente muy retorcida, gente que, además, de sensibilidad están cero total. Y eso es grave. La sensibilidad es una característica básica del ser humano”.

Yo no sé hasta que punto toda esta gente que hace declaraciones públicas de este tipo son conscientes de lo que están diciendo, pero en general me parece extremadamente grave lo que están haciendo, me parece una seria irresponsabilidad.

Y lo es tanto en cuanto no cesan en su empeño de cuestionar y deslegitimar la decisión de un Parlamento legalmente constituido, democrático y libre. Libre para legislar en materia de espectáculos. Democrático en tanto que surgido de la voluntad del pueblo catalán reflejada en las urnas. Y tan legal como pueda ser el congreso de los diputados o el senado de España.

En realidad sea cual fuere la motivación que ha llevado al Parlament a la prohibición de las corridas de toros, esta es legítima y respetable. Tanto si es por una cuestión ética o por una cuestión estética. Tanto si es por rechazo del sufrimiento público de un animal, como por un intento de diferenciación de la sociedad catalana. ¿Qué más da?, la legitimidad de la decisión es la misma.

El PP ha contribuido sobremanera en ese intento de deslegitimación, intentando que el estado legisle para dejar sin efecto la modificación de la ley. Es una vergüenza. El PP está constantemente atentando contra las decisiones que no son de su gusto. Está permanentemente usando y abusando del Tribunal Constitucional, del Parlamento Español e incluso del Tribunal de Garantías Estatutarias catalán. Usa y abusa de las instituciones para intentar que unos y otros desdigan las decisiones soberanas del pueblo catalán.

Desde los ámbitos más taurinos de la sociedad no se quedan cortos. A la salida del Parlament, el día en que se aprobó la modificación legislativa, un grupúsculo de aficionados taurinos, y algún torero que por la tarde se dedicó a destrozar un local de ERC en el eixample Barcelonés, no paraban de gritar y vociferar llamando dictadores a los políticos catalanes. Es decir, que cuando un Parlamento aprueba una ley que no te gusta, deja de ser un estamento democrático para convertirse en un grupo de dictadores. Al final va a resultar que lo de la democracia lo hemos soñado, porqué entre prohibiciones de un tipo y de otro, seguro que no encontramos a nadie que no se sienta afectado y disgustado por alguna de ellas.

Para acabarlo de arreglar, famosos, famosillos, y personajes diversos, se dedican a desautorizar la decisión del Parlament. Unos tildan la decisión de atentado a la libertad, otros de intento de separatismo, hay quien incluso se refiere al hecho de la prohibición como un cáncer que se puede ir extendiendo, y hay quién ya en el colmo de la sinrazón exclama un “a la mierda los catalanes”.

Pero más allá de cualquier otra consideración hay un hecho irrefutable. El Parlament ha seguido un trámite ejemplar. Admitió a trámite una Iniciativa Legislativa Popular amparada por casi cuatro veces las firmas requeridas. En comisión se llevaron a cabo unas comparecencias que han sido un ejemplo de educación, corrección, y argumentación. Y finalmente votó públicamente y a cara descubierta.

Les duele el fin de las corridas en Cataluña, pero más allá del poco negocio que se va a perder, más allá de los 108 toros anuales que dejaran de sufrir públicamente, lo que les duele es la regañina moral. Les duele que algo que para ellos es arte y cultura, y no sé cuantas cosas más, en Cataluña pase a ser algo indeseable, algo prohibido por ley. Sí, les duele porqué las leyes tienen un importante componente pedagógico para la sociedad. Les duele que su afición sea considerada en Cataluña una abominación.

Han perdido reiteradamente el debate. Nada, absolutamente nada de lo que han ido esgrimiendo, ha servido para convencer de la bondad del mantenimiento de la fiesta. Ni la tradición, ni la supuesta cultura, ni el arte, siempre tan subjetivo, ni los beneficios económicos, ni ese constante alegato a la libertad con esa frase vacía y carente de sentido de “prohibido prohibir” como sonata de fondo, han podido contra la fuerza de la ética, contra ese convencimiento racional de que una fiesta no puede basarse en el sufrimiento de un ser vivo.

Ahí les duele. Les duele la proyección internacional de este fin de fiesta. Les duele el profundo debate social que se ha suscitado. Les duele porqué hasta ahora nadie, salvo lo que ellos consideraban una panda de animalistas sin soporte social, se había atrevido a poner en tela de juicio su negocio o su diversión. Y les duele porque realmente esto ya es imparable. El debate ha llegado a lo más profundo de la sociedad. Gracias a esta ILP miles de ciudadanos ajenos por completo a la fiesta han tomado partido, y muchos lo han hecho en favor del toro, en favor de esa humanidad que se nos atribuye y que no deja de ser una carga de responsabilidad para con el resto de seres vivos. Porqué ser la especie más evolucionada no nos da patente de Corso para usar y abusar del resto del mundo animal.

Seguiremos pues mucho tiempo oyendo hablar del tema. Cataluña es y será ejemplo para unos, y objeto de odio desmesurado y ciego para otros. Seguirán diciendo que lo que aquí pasó es fruto del independentismo catalán, de las ganas de diferenciarse del resto de España, como si Canarias, con los toros prohibidos desde hace muchos años, fuese una mera provincia catalana.

Me parece simplemente vergonzoso todo cuanto estoy leyendo y escuchando estos días. Es como la pataleta de un niño mal educado y mal criado a quien han quitado un juguete. Sinceramente con el nivel de las declaraciones en favor de los toros y en contra de Cataluña que me están llegando, no me cabe duda que el poderoso lobby taurino está quedando bien retratado. Resulta que ni siquiera la ley que establece cuotas de pantalla al 50% para el catalán en los cines, ha levantado ni una cuarta parte de polvareda, aunque ello implique que determinadas películas nos lleguen solo en V.O. inglesa.

¿Cuál es entonces el problema con los toros?, ¿por qué afecta tanto la pérdida de 18 corridas en Barcelona? Sin duda es por el ejemplo, por la posibilidad de que esto pase en otras comunidades. Ahí les duele. No es un problema catalán, es un debate internacional. La tauromaquia se siente tocada de muerte. La sociedad cambió y ellos ni siquiera se dieron cuenta.

Carles Marco

dimecres, 28 de juliol del 2010

Avui ha guanyat el toro!

A partir d’avui Catalunya és una mica més ètica. Al Parlament de Catalunya ha guanyat el toro, a diferencia del que passa cada tarda de toros a la Monumental, avui ha guanyat el toro.

I ho ha fet amb l’ajut de la societat catalana, que majoritàriament s’ha posicionat en contra de la barbàrie, en contra d’una tortura evitable. Els catalans som un poble eminentment ètic, i Catalunya vol ser un país ètic. El Parlament català no ha fet altre cosa que donar resposta adequada a aquest clam social.

Estic feliç i content. Feliç pels braus que deixaran de patir a Catalunya en un futur molt proper, i content de ser català. Espero i desitjo que més aviat que tard els ciutadans d’altres parts d’Espanya també puguin estar feliços i contents com jo.

He tingut que esperar uns 40 anys. Des de la meva infantesa, quan veient les corrides a la televisió en blanc i negre, li preguntava al meu avi que quan guanyaria el toro, i avui per fi, ha guanyat. Per a mi és un moment molt intens. El desig d’aquell infant fet realitat. Les conviccions d’aquest adult elevades a rang de llei.

Ara sí, Catalunya ha dit PROU!

Gràcies de tot cor a totes les persones que han posat el seu gra de sorra per poder viure avui aquest moment tan especial.

dimarts, 27 de juliol del 2010

Tan sols un guanyador o un perdedor

Demà és el dia. Hi ha qui diu que demà tan sols hi haurà un guanyador i un perdedor. Però el cert és que en realitat hi haurà un guanyador o un perdedor. Demà els braus guanyaran el dret a no ser torturats públicament o seguiran sense tenir-lo. Demà els braus guanyaran o perdran.

M’agradaria que els diputats i diputades que han de votar demà, i que encara no tenen gaire clar el sentit del seu vot, o que ja l’han decidit en funció de simpaties o prejudicis, es plantegin, abans de prémer el botó del si o el no, que no han de pensar ni en la llibertat dels taurins ni en el patiment moral dels abolicionistes. Demà han de pensar en el patiment del brau, que és l’únic que de veritat s’hi juga quelcom important en tot això, si juga més que la vida, s’hi juga tenir dret a una mort digna i amb el mínim patiment possible.

Demà abans de votar han de tenir clar que Catalunya vol ser un país ètic, els catalans som un poble ètic, i és evident que el patiment gratuït d’un animal i la ètica tenen ben poc a veure.

Desitjo fermament que demà guanyi el brau, que guanyi la ètica per damunt de qualsevol altre consideració o interès.

divendres, 23 de juliol del 2010

Carta abierta a mundotoro a raíz de la publicación de su artículo “Pero qué golfos sois”

Señores de mundotoro es necesario tener muy poca vergüenza y una elevada dosis de irresponsabilidad, amén de otras “gracias”, como un mínimo sentido de la ética periodística, para insultar a todo un colectivo, en este caso a todos cuantos formamos parte del PSC, llamándonos “golfos” por el hecho de que nuestros diputados y diputadas vayan a poder ejercer su libertad de voto el miércoles 28 en la votación de la ILP PROU.

El texto entero del artículo editorial es un dechado de virtudes periodísticas, pero quiero destacar por encima de otras consideraciones todo lo referente al PSC, y muy especialmente cuanto dedican a nuestro diputado David Pérez.

Empezaré por la frase que cierra el escrito, y cito textualmente, “Socialistas del PSC, sois unos golfos”. La frase me retrotrae al discurso de Carlos Herrera en el auditorio Lope de Vega de Sevilla, en abril de 2009, cuando tildó a todos aquellos que luchamos por la abolición de la tauromaquia de “golfos”, amén de otras lindezas que me voy a ahorrar en esta ocasión.

¿Pero como se atreven insultar de esta manera a tantas personas?. ¿Es que no les han enseñado unas mínimas reglas de educación en la carrera?, ¿o simplemente es que se han ofuscado?.

Llamar golfos públicamente a los integrantes de un partido político por el mero hecho de haber discutido y dilucidado su postura ante un tema que no aparece en ningún acuerdo congresual ni en ningún programa electoral, me parece cuanto menos una tanto aventurado. Se me antoja una pataleta estéril por no haber sabido digerir un acto de normalidad democrática. Pero es que la normalidad democrática hay que digerirla y hay que aceptarla. Puede gustar más o menos, pero es que la democracia tiene estas cosas.

Más sangrante si cabe es el trato que dispensan a David Pérez. A estas alturas nadie dudará que las tesis de David y las mías, o las de otros socialistas, no son en absoluto concordantes en este tema. Pero créanme que se me revuelven los intestinos al ver como lo vilipendian públicamente.

David Pérez ha luchado por aquello en lo que ha creído, y lo ha hecho con todas sus fuerzas, doy fe. Se deben creer muy graciosos poniéndole el mote de “Pinocho Pinochote David”, y tildándolo de mentiroso y vendido, pero están cometiendo una gran injusticia con una persona que, como cualquiera, habrá podido cometer errores, pero que evidentemente no puede ser acusado de no haber dado la cara por ustedes y por cuantos como ustedes tienen intereses económicos en la continuidad de la tauromaquia.

Sepan que aún teniendo puntos de vista distintos, aún defendiendo posturas contrarias, siento un profundo respeto por David, y considero intolerable el trato que le dispensan. Creo que le están haciendo un flaco favor a su fiesta con este tipo de manifestaciones públicas. Y también creo, aunque sé que David no lo compartirá porqué es sin duda un hombre de convicciones, que se equivocó de compañeros de viaje.

Ustedes sí han confundido los “collons” con la mala educación, del mismo modo que confunden la normalidad democrática, la pluralidad y la libertad de voto con una especie de maquinación judeo-masónica para finiquitar la “fiesta”.

No se confundan, la fiesta no la va a matar ni David Pérez, ni el PSC, ni ningún partido político, ni siquiera aquellos que lo intentamos con todas nuestras fuerzas desde hace años; la fiesta la matan ustedes mismos, porqué solo ustedes son capaces de arremeter y pisotear incluso a aquellos que más han luchado por defenderla.

Pero tampoco se preocupen, porqué la fiesta murió hace ya muchos años. El avance ético de la sociedad la mató en Canarias y también en Cataluña, ahora solo pretendemos que esta muerte quede escrita en la ley Catalana, porqué no olvidemos que la ley también tiene un componente educativo, y no queremos que nuestros hijos alberguen duda alguna sobre la ética de sus padres.

Estoy convencido que también la tienen muerta en otros rincones de nuestra geografía, pero la mantienen comatosa a base de subvenciones y dinero público. No duden que lo que el miércoles pase en Cataluña tendrá una continuidad en otros lares, supongo que en cada lugar buscarán un cabeza de turco para cargar sobre él su frustración, igual que hacen en Cataluña con David Pérez y con el PSC.

Atentamente,

Carles Marco
Un golfo del PSC

dijous, 22 de juliol del 2010

Reflexions i més reflexions

En el sí del PSC es van succeint les reflexions al voltant de la ILP que vol abolir les matances públiques i festives dels braus, que es votarà al Parlament aquest proper dimecres.

Avui vull destacar-ne una de recent per tal que els nostres companys i companyes diputats tinguin un feedback del que pensa una part de la militància, una part dels seus companys de partit.

Es tracta del blog d’en F. Xavier Marín, Director de l’escola de formació del PSC (Xavier Soto), també signant de la plataforma psc-diu-prou. En F. Xavier amb un estil directe i clar fa unes reflexions sense embuts, sense ambigüitats. Us recomano la seva lectura.

També us podeu llegir el meu post anterior (si se’m permet), encara que sospito que dels meus escrits ja n’esteu un mica tips.
 
En qualsevol cas no vull deixar escapar la ocasió sense recomanar a aquells que encara no tinguin molt clar la orientació del seu vot que, a banda de llegir el claríssim escrit del company F. Xavier, que visionin i escoltin el següent vídeo.
 
Es tracta d’una part de la compareixença de Javier de Lucas al Parlament, qui d’una forma clara i brillant desgrana totes les intencionalitats del dret. No en va es Doctor en Dret, Catedràtic de Filosofia del Dret i Filosofia Política, i en aquest moments és el Director del Col•legi d’Espanya a Paris. És un veritable luxe escoltar-lo.

Javier de Lucas compareix al Parlament from Carles Marco on Vimeo.
Javier de Lucas, un home brillant que fa una exposició a l'alçada de la seva intel•ligència i els seus ingents coneixements del dret.

dilluns, 5 de juliol del 2010

Si se’m permet...

Avui vull fer una darrera petició als meus companys de partit, a les diputades i diputats dels PSC que el 28 de juliol tenen la responsabilitat i la possibilitat de representar el seu electorat, els seus companys.


Més enllà dels gustos i aficions personals, més enllà dels aspectes econòmics, més enllà del veritable sentit de la paraula llibertat, i dels llocs de treball que en puguin dependre. Més enllà de tot està la ètica. Més enllà de tot està aquella consciencia que tots tenim a dintre, i que ens diu de forma clara que causar un dolor i un patiment, quan aquest és evitable, no es correcte.

Qui defèn la continuïtat de les corrides de toros ho fa des de la seva perspectiva interessada, ja sigui pel plaer que li produeix la seva visió, o pels diners que li reporta la seva continuïtat, hi ha inclús qui en un exercici de demagògia, potser per desconeixement, apel•la a la llibertat. Suposo que la llibertat que demana per seguir assistint a aquest grotesc espectacle, és la mateixa llibertat que té per conduir sense cinturó de seguretat, per anar a 180 per l’autopista, per fumar al cinema, o per assistir a veure una baralla de gossos o galls.

No vull repetir allò de que llibertats i limitacions son consubstancials, crec que els conceptes, hores d’ara, tots els hauríem de tenir molt clars. Tots sabem que la nostra llibertat està limitada. Ni ho podem fer tot, ni ho podem dir tot.

Els que demanem la desaparició de la tauromàquia ho fem moguts pel rebuig que ens provoca la visió d’un mamífer patint un maltractament que considerem indigne i evitable. Perquè més enllà de l’espectacle, de la litúrgia, de la tradició, de la plasticitat, o del fet que algú ho consideri cultura, sobre la sorra de la plaça hi ha dos essers vius, un que suposem intel•ligent, l’altre que no ho és tant, però ambdós pateixen si els punxen, els dos son dotats un sistema nerviós pràcticament idèntic. Son dos essers amb capacitats cognitives diferents, però amb la mateixa capacitat de patir dolor.

Si voleu saber el que sentim aquells que lluitem contra la perpetuació d’aquest espectacle, la propera vegada que presencieu imatges d’una corrida no mireu el torero ni la plaça, mireu el toro, mireu els seus ulls, mireu la sang que li brolla del llom, mireu la sang que vomita, mireu-lo quan doblega les potes, mireu quan li tallen una o les dues orelles, mireu com el descabellen, com l’arrosseguen.

Si en algun moment sentiu vergonya que els essers humans facin tot això per diversió, per passar la tarda, per diners, haureu començat a entendre’ns. No es tracta que no hi anem si no ens agrada, és que ens avergonyeix com a persones, com a membres d’aquesta societat, que això segueixi passant cada tarda de diumenge amb sis animals, perquè no aconseguim trobar-li la justificació.

Carles Marco
Afiliat i regidor pel PSC


divendres, 18 de juny del 2010

Descanse en paz Don José

Hoy la cultura ha quedado un poco más huérfana, la cultura se viste de luto. No amigos y amigas, no ha muerto un torero. No doña Esperanza Aguirre, tampoco ha muerto Sara Mago. Hoy falleció Don José Saramago. Y con su muerte también los animales perdieron a un defensor de su dignidad.

José Saramago ha sido un escritor excelente, prolífico y premiado, pero también su integridad moral, su excelente humanidad, en el más amplio sentido de la palabra, lo han caracterizado a él y a su obra. Nos queda su obra y sus reflexiones escritas. Hoy me gustaría recordar una breve nota que escribió en soporte de la elefanta Susi, y que pese a su brevedad destila un profundo respeto por los animales: http://cuaderno.josesaramago.org/2009/02/19/susi/

No es de extrañar que Esperanza Aguirre, tan aficionada a la auténtica cultura que ha declarado la tauromaquia Bien de Interés Cultural en la Comunidad de Madrid, pensase cuando era Ministra de Cultura, que Saramago era una mujer de nombre Sara y apellido Mago. Hay quién dice que es una pura leyenda urbana, que Esperanza jamás cometió tal confusión, sin embargo ahora ha demostrado tener una idea muy peculiar de lo que debe ser un bien de interés cultural, mezclando dolosamente el interés cultural y el comercial.

Descanse en paz Don José, nos queda su obra y su sentimiento, y cada vez seremos más los que no toleraremos que en nombre de la verdadera cultura se siga causando dolor y sufrimiento a seres inocentes.

dimecres, 2 de juny del 2010

Es evidente. Algo falla.

Poco o nada queda ya por decir a raíz de la salvajada acontecida en Alhaurín el Grande (Málaga), donde una horda de salvajes y crueles jóvenes maltrató a una vaquilla hasta la muerte. Las imágenes hablan por sí solas, y nadie en su sano juicio, nadie con un mínimo de corazón, es capaz de justificar tamaña vileza, semejante ensañamiento gratuito y cobarde.


Sin embargo no puedo resistirme a hacer un par de puntualizaciones que creo importantes. La primera es que no es de recibo estigmatizar a un pueblo por lo que unos cuantos jóvenes descerebrados, sean de donde fueren, han sido capaces de protagonizar. La culpa no es del pueblo, es de aquellos que han intervenido directa e indirectamente, de los que pegaron y se ensañaron con un pobre animal que no podía creerse lo que le estaba sucediendo, y de aquellos que lo han fomentado y permitido.

La segunda es más bien una pregunta: ¿Qué es lo que falla en nuestra sociedad para que unos jóvenes sean capaces de actuar con semejante saña contra un animal indefenso?. Yo creo que la respuesta es tan compleja como amplia, aunque se podría resumir en una escueta frase: falla la propia sociedad.

Del mismo modo que un asesino puede considerarse un fracaso de la sociedad, un maltratador de animales también. Cuando hablamos de jóvenes como los de Alhaurín, como los quintos de Torreorgaz, que torturaron y mataron a una burra, o como aquellos niños que dejaron invalido a un gatito, debemos necesariamente examinar las vivencias de esos jóvenes en su corta experiencia vital. Debemos necesariamente analizar la educación que recibieron.

Siempre que se habla de educación se tiene la tendencia a mirar de frente a la comunidad educativa. Y muy a menudo se obvia que la educación que recibe un niño es la suma de múltiples factores, la familia, el centro educativo y algo más complejo que podríamos denominar los patrones socialmente aceptados, y que es todo aquello que la sociedad da a entender al menor que es lícito e incluso bueno. Todo suma y todo influye. Si hay uniformidad en el mensaje hay muchas más posibilidades de que el niño aprenda unos valores sólidos y que estos no lo abandonen ya en toda su vida.

Desgraciadamente la casuística es muy variada, y está claro que esa uniformidad es a día de hoy difícil de conseguir. A un niño le pueden estar dando una exquisita educación en el colegio, pero al llegar a su casa se puede encontrar con una realidad antagónica respecto a aquello que los profesores le intentan inculcar. Es evidente que una sociedad no puede tenerlo todo bajo control. Lo que suceda en un hogar de puertas adentro, escapa prácticamente a toda posibilidad de análisis y enmienda. Pero todo lo demás debe ser coherente. Todo lo demás debe ser profundamente analizado, y en su caso enmendado, empezando por los patrones sociales, sobre los que las leyes tienen mucho que decir.

Enaltecer a la categoría de maestro, y aplaudir públicamente, a una persona que se gana la vida propinando dolor y agonía gratuitos a un toro, es un mensaje claramente contradictorio con aquel que se intenta transmitir en las escuelas, y que muchos padres y madres responsables pretendemos calar en la conciencia de nuestros hijos, que no es otro que el respeto por los seres vivos que nos rodean.

Pretendemos que nuestros hijos crezcan con un sentido de la ética lo más amplio y arraigado posible. El principio de no causar daño cuando ello es evitable debiera ser uno de los hilos conductores de la educación de todo niño.

La tauromaquia, y muchas fiestas populares basadas en el escarnio y tortura pública de un animal, son un claro mensaje contraeducativo. Son la justificación institucional de que propinar daño sin necesidad alguna es algo permisible, incluso bueno. Elevar a la categoría de arte o cultura una actividad que causa sufrimiento a un animal es la excusa perfecta para que aquellos niños que no han conseguido interiorizar con claridad el principio ético que comentaba, piensen que los animales son meros objetos animados al servicio de la diversión humana.

Cuando hay interés, los legisladores envían mensajes claros a la sociedad y a los jóvenes. Todos tenemos claro que quien es interceptado conduciendo con más alcohol del permitido lo paga caro. Sin embargo no existe un mensaje claro que nos indique que quien maltrata a un animal también lo va a pagar caro.

Los legisladores deben legislar sin tibiezas el maltrato animal y deben plantearse muy seriamente que tipo de mensajes quieren que reciban nuestros niños y jóvenes. Me hace mucha gracia ver como algunas cadenas de televisión se han hecho eco de la salvajada de Alhaurín, al tiempo que también informan a todo bombo y platillo de las grandes “hazañas” de los toreros. ¿Cuál es la diferencia?. Unos matan a golpes, otros con espada. Unos dan patadas, otros clavan banderillas. Unos van de calle, otros de luces.

Es execrable la actitud de esos vándalos en Alhaurín, y es especialmente vil y cobarde dada la extrema juventud del astado. Pero es evidente que esos jóvenes tienen un espejo en quién mirarse, se suelen llamar “maestros”, pero sus enseñanzas distan mucho de ser aquello que queremos que nuestros menores aprendan. Ellos enseñan que humillar a un toro es una gesta aplaudida socialmente, que provocarle sufrimiento hasta la muerte reporta dinero y prestigio social. Que quien aparece en la prensa no es precisamente el más inteligente, sino el más “valiente”. Y que el valor no se demuestra tomando arriesgadas decisiones que salvan vidas, el valor se demuestra matando cobardemente a un animal picado, banderilleado, cansado, asustado y acorralado en un ruedo sin salida.

¿Que valores pretendemos que tengan nuestros jóvenes?. ¿Nos tenemos que extrañar que hechos como los de Alhaurín o Torreorgaz existan?

dijous, 27 de maig del 2010

Belleza estética, arte y cultura

Observe detenidamente esta instantánea


Sin duda es una imagen de una belleza plástica brutal y sobrecogedora. Una milésima de segundo en la vida de un hombre y un toro, congelada, mostrando la brutalidad de la lucha entre la vida y la muerte, entre la "inteligencia" y la animalidad. Es la lección que los taurinos están empecinados en defender en todos los debates y foros. El toreo nos llena de momentos mágicos y sublimes, dicen, supongo que como este, añado yo.

Pero por favor antes de acusarme de regodearme del dolor ajeno, antes de formarse un juicio erróneo o preconcebido, siga leyendo hasta el final, porqué sinceramente debo decir que a mi personalmente la imagen me parece triste y patética. Tan triste y patética como ver al toro ensangrentado luchando por no sucumbir a esa muerte que sucederá de forma inexorable.

La diferencia entre la magia de este momento reflejado en la fotografía, que creo hace estremecer a cualquiera, y la que a algunos les sugiere la caída del toro desplomado y vomitando sangre a borbotones, no es de tipo plástico, ni estético, ni tan siquiera de intensidad de dolor. La única diferencia es la especie a la que pertenece el ser que sufre. ¿Se puede observar belleza estética ante una estampa en la que hay un ser que sufre?. Yo aquí no la observo, pero permítanme que tampoco la observe cuando quien sufre es el toro.

Jorge Wagensberg lo explicó muy bien en su comparecencia en el Parlament, dijo que ante una corrida de toros hay muchas personas que no pueden pasar de la mera visión de un ser que sufre, y que ello ya les imposibilita para poder observar cualquier indicio de belleza en la lidia. Es evidente que eso me sucede a mí, y a muchas otras personas que también abogan por la desaparición de este entretenimiento brutal y embrutecedor.

Lo que no acabo de entender es que las otras personas, las que sí son capaces de vibrar con la belleza del sufrimiento del toro, no observen también belleza en esta imagen, ¿o la belleza solo depende de la raza a la que pertenece el ser desgarrado?. Claro que también puedo andar errado, tal vez también vibran ante esta imagen del torero empitonado.

Hoy descubro en la prensa que algunas tiendas de la zona de las ventas están haciendo un buen negocio con esta foto, y que incluso hay establecimientos que han puesto a la venta la fotografía de la cornada a tamaño póster. Tal vez, al final, resulta que poco importa a quien pertenezca la sangre, tal vez lo único que importa es que haya sangre, que haya espectáculo, que haya “fiesta”.

Esta es la fiesta que queremos abolir. Una fiesta que nos regala imágenes de dudosa plasticidad, siempre basadas en el sufrimiento de alguien, sea toro o torero. Este es el arte que no entendemos. Esta es la cultura que no queremos. Esta es la educación que no podemos transmitir a nuestros hijos. Porqué al final no hay margen, la sangre es sangre, y la sangre, el dolor y el sufrimiento, sean de quien fueren, no deben ser patrón educativo, ni expresión de cultura, ni mucho menos motivo de fiesta.

dimarts, 11 de maig del 2010

Comunicat / Comunicado psc-diu-prou

Des de la plataforma psc-diu-prou s’ha viscut la presentació de les esmenes del PSC a la proposició de llei que demana la prohibició de les corrides de toros a Catalunya amb estupor i incredulitat.

Molts dels seus membres han reaccionat com si d’una broma de mal gust es tractés. Es pot regular la tortura i mort publica d’un esser viu per fer-la més digna?

Era evident que la posició que ha esgrimit el partit darrerament, dient que volia treballar per trobar solucions de consens entre dos mons diametralment oposats, és quelcom insostenible i impossible. Aquesta ILP no ofereix marge per postures tèbies, o estàs a favor de la continuïtat de la festa, o estàs per la seva abolició. La aparent indeterminació del PSC ha donat pas a un clar posicionament en favor de la continuïtat de la tauromàquia a Catalunya.

Des de la plataforma no podem estar d’acord amb aquest posicionament, i entenem que això ha de forçar necessariament la llibertat de vot dels diputats en la votació final. No és possible que tots els diputats socialistes estiguin d’acord amb aquest plantejament, i si és així, vol dir que falla quelcom en la representativitat dels membres del grup parlamentari respecte a l’electorat.

El PSC no és un partit protaurí, és un partit plural amb moltes sensibilitats, amb cares diferents, però sembla que en aquest afer la executiva tan sols en vol representar la més dura i amarga, la més conservadora i menys progressista, alineant-se amb partits com el PP i Ciutadans.

Des de psc-diu-prou volem mostrar públicament el nostre profund desacord amb aquesta esmena, que considerem ridícula, així com amb el posicionament clarament taurí del nostre partit. Ens dol per partida doble, en primer lloc pels animals, i en segon pel propi partit, ja que estem convençuts que aquest posicionament ens passarà factura a les properes eleccions catalanes.

Carles Marco
Impulsor i coordinador de psc-diu-prou




Desde la plataforma psc-diu-prou se ha vivido la presentación de las enmiendas del PSC a la proposición de ley que solicita la prohibición de las corridas de toros en Cataluña con estupor e incredulidad.

Muchos de sus miembros han reaccionado como si de una broma de mal gusto se tratase. ¿Se puede regular la tortura i muerte pública de un ser vivo para hacerla más digna?

Era evidente que la posición que ha esgrimido el partido últimamente, diciendo que quería trabajar para encontrar soluciones de consenso entre dos mundos diametralmente opuestos, es algo insostenible e imposible. Esta ILP no ofrece margen para posturas tibias, o estás a favor de la continuidad de la fiesta, o estás por su abolición. La aparente indeterminación del PSC ha dado paso a un claro posicionamiento a favor de la continuidad de la tauromaquia en Cataluña.

Desde la plataforma no podemos estar de acuerdo con este posicionamiento, i entendemos que esto debe forzar necesariamente la libertad de voto de los diputados en la votación final. No es posible que todos los diputados socialistas estén conformes con este planteamiento, i si es así, quiere decir que algo falla en la representatividad de los miembros de grupo parlamentario con respecto al electorado.

El PSC no es un partido protaurino, es un partido plural con muchas sensibilidades, con diferentes caras, pero parece ser que en este tema la ejecutiva solo quiere representar la más dura y amarga, la más conservadora y menos progresista, alineándose con partidos como PP i Ciutadans.

Desde psc-diu-prou queremos mostrar públicamente nuestro profundo desacuerdo con estas enmiendas, que consideramos ridículas, así como con el posicionamiento claramente taurino de nuestro partido. Nos duele por partida doble, en primer lugar por los animales, i en segundo por el propio partido, ya que estamos convencidos que este posicionamiento nos pasará factura en las próximas elecciones catalanas.

Carles Marco
Impulsor i coordinador de psc-diu-prou

dilluns, 26 d’abril del 2010

José Tomás entre la vida i la mort

Llegint alguns mitjans taurins a ran de “l’accident laboral” de José Tomás me’n adono, un cop més, de lo tremendament anacrònica que és aquesta activitat de la tauromàquia.

Quan jo tenia 20 anys el meu únic germà va morir d’una greu malaltia cardíaca. Estava fent el doctorat en ciències químiques i tenia tota una vida per davant. Als 30 anys vaig perdre els meus pares en un accident de transit. Un noi de 21 anys, que tornava de la discoteca, va xocar frontalment amb ells. Ell també va morir a l’acte.

Si hi ha quelcom que tinc ben après des de jove és que tots estem constantment entre la vida i la mort. La vida no és més que un transit, més o menys llarg i afortunat, cap a la mort.

Els que defensem la desaparició de la tauromàquia, sovint ho fem pensant en el dolor i la tortura física i psíquica que pateix el brau abans de la seva mort. Per a nosaltres, i per a qualsevol expert en ètica, les corrides de toros son una pràctica amoral i totalment allunyada del principi universal de la ètica que entén que no és ètic causar un dany, si aquest és evitable.

Vivim en un temps i en una societat que prima la seguretat davant de molts altres aspectes. És millor conduir més a poc a poc si amb això el trajecte és més segur. Ens ho recorden a diari milers de radars en els nostres desplaçaments. Les empreses, vulguin o no, han d’invertir milers d’euros en prevenció de riscos laborals. Avui es prima la seguretat per damunt de la rendibilitat, o més ben dit, es sacrifica una part del guany per tal de complir amb els mínims exigibles en seguretat laboral.

I és aquí a on trobem un altre graó de l’anacronisme del toreig. Perquè resulta que per delectar a la afició hi ha persones, essers humans, que arrisquen la seva vida davant un toro. I l’arrisquen sense que s’hagi posat en marxa cap protocol que intenti minimitzar el risc, ans al contrari, justament quan més s’arrisca el torero més agrada la seva feina. Un bon aficionat em va dir un dia que José Tomás era un torero més aviat dolent, que el seu èxit radicava en el morbo que donava pensar si l’agafaria el primer o el tercer toro de la tarda. No sé si és cert o no, però crec que té bona part de raó.

Professions de risc n’hi ha moltes. Pilots de F1, bombers, policies, militars... Però fixeu-vos-hi que molts d’ells fan un servei a la societat, salven vides, i els que no ho fan en un sentit estricte, aquells que tan sols formen part d’un espectacle, com els pilots de F1, tenen darrere seu un equip d’enginyers que vetllen per la seva seguretat. Seguretat que després és implantada als vehicles que tots conduïm, i que contribueix a salvar moltes vides al volant.

Algú em pot dir quina mena de servei a la societat fan els toreros?, algú em pot dir quines vides contribueixen a salvar?, algú em pot justificar si el risc que corren torejant serveix per evitar un mal més gran?. Evidentment no. No ajuden a salvar vides. L’únic servei a la societat és el d’entretenir o fer gaudir a un grapat de gent que va a veure com es juguen la vida.

Llavors cal preguntar-se, les ferides o la mort d’un torero, és un dany evitable?. Jo tinc molt clar que ho és.

Però els aficionats a la tauromàquia tenen una visió ben diferent. Suposo que és per això que sempre argumenten allò de que el toreig és una mena de ball amb la mort, que la societat actual oculta la mort, i que de fet és l’únic espectacle autèntic que ens queda. Com si això de la mort ens ho haguessin d’explicar. Com si els telenotícies no hi anessin ben farcits de morts i sang a diari. Clar que hi ha una diferencia: la mort d’un torero és un espectacle en directe, a on poden veure ben de prop la sang i el rictus de dolor a la seva cara.

La majoria dels mortals no necessitem veure com un esser humà es juga la vida, o balla amb la mort, per tal d’afegir valor a la nostra pròpia vida. I aquells que ho necessitin, que s’ho facin mirar.

El toreig és un anacronisme que no té cabuda a la societat actual, ni pel patiment evitable ocasionat al brau, ni pel risc prescindible que assumeix el torero.

diumenge, 11 d’abril del 2010

No m’agrada prohibir, prefereixo discriminar

Recentment llegeixo una entrevista digital a Jordi Hereu, alcalde de Barcelona y membre del PSC, i em trobo una pregunta respecte a la tramitació de la ILP que vol modificar la llei de protecció dels animals per tal d’eliminar la excepció que permet maltractar, causar patiment, produir ansietat, i matar a un brau, en el transcurs de les corrides de toros.

A la pregunta, el senyor Hereu, respon amb un lacònic “no m’agrada prohibir”. Evidentment a un li venen a la ment totes les coses que estan prohibides a Barcelona, i conclou que a l’alcalde no li agrada prohibir, però evidentment no s’hi pot estar de prohibir tot allò que considera que ha de prohibir, com no pot ser d’una altra manera, perquè ja sabem que prohibició i llibertat son conceptes consubstancials.

Sembla que l’argument de “no m’agrada prohibir” ha calat profundament entre un sector dels socialistes catalans. Al Molt Honorable President de la Generalitat tampoc li agrada prohibir, i si gratem una mica a la hemeroteca i videoteca més recent, ens trobem un munt de membres de la executiva del PSC, i alguns diputats i diputades del seu grup parlamentari, als que no els hi agrada prohibir. No cal tornar a recordar tot allò que a dia d’avui resta totalment prohibit a Catalunya, oi?.

Inclús a en David Pérez, el diputat més taurí del PSC, no li agrada prohibir. Suposo que la seva afició a les corrides de toros tindrà quelcom a veure amb aquesta sobtada i cerval aversió a la prohibició. Però és que ara tots els diputats, diputades i càrrecs del PSC son afeccionats a les corrides?. Evidentment no, és més, n’hi ha molts que no deixen de dir públicament que la tauromàquia no els hi agrada o no els hi diu res.

A les compareixences que van tenir lloc al Parlament de Catalunya hi van haver un bon nombre d’intervencions que van deixar ben clar que prohibir no és en absolut lleig. Que no prohibir quelcom que provoca patiment a un animal, anteposant el plaer estètic d’uns quants –siguin molts o pocs- i el gaudi que senten en veure l’espectacle, a un principi fonamental com el de no fer mal, és amoral i allunyat de tota ètica.

Però exactament de que estem parlant?. Estem parlant tan sols de prohibir?. Estan tan sols apel•lant a la llibertat que tenen aquells que volen seguir assistint a aquest espectacle?. No. En realitat estem parlant d’una discriminació, o més ben dit, de dues discriminacions.

Per una banda la discriminació que la llei actual fa amb el brau. La llei diu clarament que fa una excepció a la norma general, permetent la continuïtat d’aquesta mena d’espectacles. Que tindrà, o millor dit, que no tindrà el toro que si tinguin els galls?.

Per altre, la discriminació que es fa amb aquells que també tenen la hipotètica llibertat d’assistir i gaudir de les baralles de gossos o galls i ara no ho poden fer. Tenen més dret a la llibertat els que volen assistir a un espectacle que provoca patiment al brau que aquells que volen fer el mateix amb gossos o galls?. Tornem al mateix, és mereixedor de més drets un gos o un gall que un brau?.

No ens enganyem. Sota la frase “no m’agrada prohibir”, que evoca una mena d’actitud respectuosa amb la llibertat, s’amaga una realitat menys amable, de més dubtós respecte, s’amaga una veritable connivència amb la discriminació.

Els diputats i diputades han de tenir molt clar que prohibir ja varen prohibir, i si realment no els agrada prohibir, hauran de tornar a legalitzar les baralles de gossos i galls, i en general, tot allò que la gent vulgui tenir la llibertat de fer, encara que provoqui patiment a algun animal.

No s’hi val prohibir unes coses i amb d’altres dir que no t’agrada prohibir, perquè això no és més que veritable i interessada discriminació.


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