Sí,
solo alguien que quiere que el independentismo en Catalunya cobre una fuerza
jamás soñada hace apenas cinco años, se comporta como lo está haciendo él y su
estimado gobierno.
Cada
vez que recurre al Constitucional, ya sea el Estatut, la consulta no
plebiscitaria, o la consulta que - siempre según él - no es consulta ni es
nada, se suman catalanes al movimiento por la independencia.
Cada
vez que aparece él, o su nuevo ministro de justicia - que para su desgracia es
catalán aunque solo de apellido - valorando lo acaecido en Catalunya el 9N,
crece la desafección de miles de catalanes respecto al Estado español.
Y
antes de continuar me gustaría hacer una aclaración que creo obvia, pero muy
importante de hacer a tenor del cariz que están tomando los acontecimientos. La
desafección de los catalanes no es respecto al pueblo español, muchos catalanes
tenemos grandes amigos de fuera de Catalunya, sentimos gran respeto por
cualquier persona independientemente de su provincia de origen. La desafección
es respecto al estado, a los políticos que gobiernan España.
¿Cómo
pueden menospreciar tan alegremente a más de dos millones de personas que
quisimos participar en la consulta porque entendimos que manifestar una opinión
nunca puede ser un acto ilegal?.
Puede
ser ilegal una manifestación claramente xenófoba, o que incite a la violencia
de género, porqué sus destinatarios son personas amparadas por unos derechos
fundamentales, entendiendo por fundamentales aquellos que son irrenunciables,
como el derecho a la vida, a la imagen, o la integridad física, pero, ¿que
derecho fundamental ampara a un ente abstracto como el Estado?.
Copio
seguidamente una de las reflexiones más lúcidas que he leído recientemente:
"...según
el Gobierno español el único sujeto reconocido de derecho es el pueblo español,
depositario de la soberanía popular, en tanto que el Govern dice que el pueblo
catalán es también un sujeto de derecho que tiene que ser reconocido. Como
estamos hablando de entes abstractos no definibles (¿qué es el pueblo español?
¿qué es el pueblo catalán?) es imposible establecer una discusión racional
sobre esos términos porque son
primeros principios: son hechos que se toman tal cual, sin posible
definición por términos anteriores.
La discusión
sobre la legalidad de la consulta es en tal sentido y a mi modo de ver
completamente inane: obviamente cualquier intento de considerar que el pueblo
catalán es sujeto de derecho puede ser ilegal con respecto a las leyes españolas,
pero éstas no son principios inmutables y necesarios, sino derivados de la
premisa de que es el pueblo español el único sujeto de derecho en el territorio
que hoy llamamos España. Por tanto, la cuestión no es tanto de legalidad
(obviamente la consulta, según como se formulaba, puede ser ilegal en España)
sino de legitimidad: ¿es legítimo que el pueblo catalán intente existir como
tal, como una cosa diferente y voluntad de ser al margen del pueblo
español?"
Su autor es Antonio Turiel,
Doctor en Física Teórica y licenciado en ciencias Matemáticas, investigador del
CSIC. Al final no necesitamos de expertos en Derecho, solo es preciso usar el
sentido común y la lógica, si se tienen claro.
Comentaba el sábado 8N la
situación con un buen amigo que es simpatizante del PP - si ya sé, pero nadie
es perfecto - y yo le comentaba que en parte el origen de este desaguisado nace
de la injusticia que dimana del pacto fiscal del País Vasco, que Catalunya
solicitó y a la que se le negó repetidamente. Le argumenté que algo que se
inició en la Edad Media no puede regir nuestros destinos del siglo XXI. Acabó
dándome la razón pero me dijo que la solución no era darle a Catalunya el mismo
tratamiento que a Euskadi, según él la solución pasaba necesariamente por
eliminar ese trato de favor a los Vascos. Casi alucinando le dije que ningún
gobierno de España osaría hacer tal cosa con Euskadi. Su respuesta: ya pero no
por eso hay que darle a Catalunya lo mismo que tienen los Vascos. Alucinante.
Claro que justamente esa es
la misma retórica que constantemente esgrime Rajoy y su gobierno:
- La Constitución no
contempla el derecho a la autodeterminación de ningún territorio de España. Por
tanto esa consulta no se puede hacer.
- Si quiere usted hacerla
proponga un cambio en la Constitución. Pero ya le advierto que mientras yo
gobierne la Constitución no se va a cambiar.
Y la verdad es que es
realmente difícil que se pueda cambiar en este sentido la Carta Magna ya que
parece ser que para ello se requiere el apoyo de dos terceras partes de la
cámara baja, y me da en la nariz que siempre habrá más de un tercio en manos tanto
de nacionalistas españoles como de aquellos acérrimos defensores de ese ente
llamado Estado, cuya maquinaria sustenta altas dosis de injusticia social,
premiando a algunos inútiles con una vida regalada y castigando a muchos
humildes, algunos muy doctos y letrados, a una vida llena de estrecheces.
Al final como nos gobiernan
personas que tienen prácticamente de todo (coche oficial, chófer,
secretarios/as, guardaespaldas, chupaculos, etc) pero que carecen del más
elemental sentido común y además creen que la lógica solo es de aplicación para
extrapolar resultados electorales, siempre acaban remitiéndose a la ley, y todo
ello solo nos lleva a un escenario posible: una declaración unilateral de
independencia previas elecciones catalanas en clave plebiscitaria. Es decir, al peor de todos los
escenarios posibles.
¿No sería más lógico
plantearse si realmente es legítimo que el pueblo catalán pueda expresar libre
y democráticamente su voluntad?. Así lo hicieron en Escocia, y todavía forman
parte del Reino Unido. ¿Porqué tanta cerrazón?.
Definitivamente parece que
Rajoy anhela la independencia de Catalunya. Aunque a lo peor solo es un pobre
tonto mal aconsejado, y digo a lo peor porque al fin y al cabo es quien dirige
el Estado al que de momento pertenecemos.
Que Dios nos coja
confesados. Tenemos por delante unos meses que causan vértigo.